El conocimiento cobra vida cuando se comparte. En este blog reunimos ideas, aprendizajes y procesos que inspiran nuestro trabajo cotidiano. Reflexionamos sobre creatividad, comunicación, saberes y territorios, con el deseo de abrir conversaciones y ampliar miradas. Aquí cultivamos lo que nos mueve y lo compartimos con la ilusión de que pueda también movilizar a otros y otras.
Imagina un aula universitaria donde alguien proyecta una presentación idéntica a la que viste hace diez años: fondo blanco, texto diminuto, imágenes demasiado genéricas que parecen ya vistas. O un sitio web institucional que abre con una foto rígida de fachada y un menú confuso e interminable, con conceptos que suenan interesantes pero son confusos o ambiguos. Todos sabemos que esos formatos no enganchan o simplemente no son adecuados para todas las situaciones, pero seguimos produciéndolos. ¿Por qué?
Vivimos como personajes de una vieja narrativa: la de las dos culturas. En un rincón, la ciencia: un reino de lógica fría, método riguroso y hechos objetivos. En el otro, el arte: el dominio de la emoción pura, la creatividad sin restricciones y la verdad subjetiva. Uno es el mundo de las batas de laboratorio y las ecuaciones; el otro, el de los lienzos y los escenarios.
En Estudio Ajolote creemos que la web puede ser algo más que un simple espacio virtual. Al igual que una plaza o un parque, una web también puede ser un lugar de encuentro para las personas que buscan algo en común. Por eso, trabajar desde hace dos años junto a Artistas Yungay ha sido una experiencia tan valiosa como inspiradora.
La ilusión de la neutralidad ha acompañado a la ciencia, al periodismo y a las instituciones durante siglos. Heredamos la idea de que el lenguaje puede ser un espejo transparente, capaz de reflejar la realidad sin distorsiones. Pero la lingüística, la filosofía y la historia de la ciencia han mostrado otra cosa: el lenguaje nunca es neutro, siempre organiza, selecciona, enmarca. Nombrar es en sí mismo interpretar.
Hay momentos en que la transformación deja de ser solo intuición y empieza a volverse materia. Después de meses de mutar por dentro —revisando relatos, afinando el rumbo, escuchando con atención—, sentimos que este octubre es un punto de inflexión: las ideas que veníamos gestando están tomando forma concreta.
¿Puede una cámara transformar la manera en que entendemos la vida? En 1928, Jean Painlevé proyectó El huevo del espinoso en la Academia de Ciencias de París. La película generó muchísimo desconcierto entre el público científico; un científico salió indignado, gritando: “¡El cine no debe tomarse en serio!”. Para muchos, la pantalla era un terreno frívolo, “entretenimiento para ignorantes”. Sin embargo, Painlevé insistió: el cine no era un adorno para la ciencia, sino una forma de conocimiento en sí misma.
Imagina un aula universitaria donde alguien proyecta una presentación idéntica a la que viste hace diez años: fondo blanco, texto diminuto, imágenes demasiado genéricas que parecen ya vistas. O un sitio web institucional que abre con una foto rígida de fachada y un menú confuso e interminable, con conceptos que suenan interesantes pero son confusos o ambiguos. Todos sabemos que esos formatos no enganchan o simplemente no son adecuados para todas las situaciones, pero seguimos produciéndolos. ¿Por qué?
Vivimos como personajes de una vieja narrativa: la de las dos culturas. En un rincón, la ciencia: un reino de lógica fría, método riguroso y hechos objetivos. En el otro, el arte: el dominio de la emoción pura, la creatividad sin restricciones y la verdad subjetiva. Uno es el mundo de las batas de laboratorio y las ecuaciones; el otro, el de los lienzos y los escenarios.
La ilusión de la neutralidad ha acompañado a la ciencia, al periodismo y a las instituciones durante siglos. Heredamos la idea de que el lenguaje puede ser un espejo transparente, capaz de reflejar la realidad sin distorsiones. Pero la lingüística, la filosofía y la historia de la ciencia han mostrado otra cosa: el lenguaje nunca es neutro, siempre organiza, selecciona, enmarca. Nombrar es en sí mismo interpretar.
¿Puede una cámara transformar la manera en que entendemos la vida? En 1928, Jean Painlevé proyectó El huevo del espinoso en la Academia de Ciencias de París. La película generó muchísimo desconcierto entre el público científico; un científico salió indignado, gritando: “¡El cine no debe tomarse en serio!”. Para muchos, la pantalla era un terreno frívolo, “entretenimiento para ignorantes”. Sin embargo, Painlevé insistió: el cine no era un adorno para la ciencia, sino una forma de conocimiento en sí misma.
Imaginemos la siguiente escena: saliendo del CESFAM, una madre abre un folleto del ministerio de salud sobre alimentación infantil. Las frases están llenas de siglas y tecnicismos: “suplementación obligatoria de micronutrientes con estándares basados en curvas WHO/UNICEF”. Lo lee dos veces y, aun así, no entiende. Mientras tanto, su hija le pregunta si puede repetir el arroz con leche y no sabe bien qué respuesta darle. El contraste es brutal y se podría sintetizar así: el documento está lleno de palabras, pero carece de sentido.
Imagina esta escena: alguien abre un documento PDF con una infografía de cinco paneles. Está limpia, llena de íconos, conectores, colores planos y tipografía corporativa. Habla de un programa social en una comunidad rural, o de un estudio científico sobre salud mental. Pero quien la recibe no entiende del todo. O peor: no siente nada.
Roca fundida e incandescente se esparce a un ritmo constante, es la lava del volcán Krafla en Islandia que acaba de entrar en erupción. Frente a la masa ardiente aparece una figura, es la de Katia Kraft que va envuelta en un traje metalizado y lleva puesto un casco gracioso como de astronauta de ciencia ficción retro.
En Estudio Ajolote creemos que el conocimiento cobra sentido cuando circula. Nos inspiran las bibliotecas, los archivos y las plataformas de acceso abierto no solo por lo que guardan, sino por lo que representan: lugares donde los saberes acumulados se amplifican y se comparten con todas las personas.
En 2020, el encierro por la pandemia de COVID-19 planteó un desafío invisible: ¿cómo mantener la salud física y mental de las personas mayores cuando el movimiento se detuvo? La inactividad física era un riesgo silencioso que necesitaba una respuesta urgente y accesible.
En noviembre de 2021, la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile estrenó la versión audiovisual de la obra de títeres Salvadores del Tiempo, una iniciativa pensada para promover la salud oral en comunidades escolares y hospitalarias, a través del lenguaje lúdico y afectivo del teatro de títeres. Con casi 1.800 reproducciones en YouTube desde su estreno, esta pieza sigue conectando con públicos diversos, ampliando el alcance de una iniciativa de fuerte raíz comunitaria.
En Estudio Ajolote creemos que comunicar conocimiento es, también, una forma de transformarlo en bien común. Y cuando ese conocimiento nace desde instituciones públicas, con vocación formativa y territorial, el compromiso se vuelve doble: comunicar con profundidad y hacerlo con responsabilidad.
Durante más de tres años, desde Estudio Ajolote hemos acompañado este proyecto creando su identidad visual, sitio web, redes sociales y estrategia de contenidos. La serie Raíces Indígenas es el hito final de este proceso: una pieza audiovisual que condensa todo lo aprendido, escuchado y compartido durante este recorrido.
Nos complace anunciar el lanzamiento de Raíces Mayores, una miniserie audiovisual que presenta las experiencias de seis personas mayores de pueblos indígenas y del pueblo tribal afrodescendiente, residentes en la Región Metropolitana.
Este 19 de abril se inauguró la doceava edición de la Bienal Internacional de Artes de Valparaíso, luego de 30 largos años de pausa. Con la temática “Territorios y ciudadanías críticas”, este evento cultural de importante trayectoria histórica regresa a la ciudad-puerto, buscando reafirmar su posición como capital internacional de las artes.
Es 1972 y The Mike Douglas Show transmite un programa especial: John Lennon se prepara para tocar junto a su ídolo Chuck Berry frente a millones de personas que los miran por televisión. Pero no están solos, los acompañan los músicos de la banda Elephant´s Memory y también está Yoko Ono, que para esa altura ya es la sombra inseparable de John.
Edward Hopper (1882-1967) fue, para muchos, el pintor norteamericano por excelencia (algo así como el Walt Whitman de la pintura). Sobre todo, Hopper fue un neoyorquino por excelencia. Y además, también fue un gran ilustrador, oficio que ejerció durante muchas décadas mientras intentaba dedicarse a la pintura.
Aunque en la actualidad existen numerosas webs que te permiten generar paletas de color automáticamente, a veces es bueno volver a las obras de arte. En la serie de grabados “Treinta y seis vistas del monte Fuji”, el artista japonés Hokusai ofrece 36 paletas de color diferentes que te pueden inspirar para tus próximos diseños.
Las fronteras que separan las diversas formas de expresión artística suelen ser difusas y difíciles de establecer, especialmente en el caso de algunas artes como la música y la danza, que se influyen y relacionan estrechamente. Entre ellas, hay dos tipos de arte que no solemos asociar tan directamente: la pintura y el cine.
Cuando pensamos en la belleza o cuando buscamos inspiración para nuestros diseños, no solemos pensar en los insectos ni en las arañas. Pero en realidad, estos pequeños seres son increíblemente diversos en sus formas y colores.
Existen muchas mujeres músicas geniales en nuestra época o en nuestros países que quizá cualquiera podría enumerar rápidamente, sin embargo, para traerte algo que realmente sea un aporte musical, preferimos ir un poco más lejos en el tiempo y el espacio. Y fíjate que te trajimos varios estilos igual, para que explores y te sorprendas.
Desde que los hermanos Lumiere registraron la llegada del tren a la estación, hasta nuestros días, cientos de mujeres nos cautivaron con su talento para la actuación en la pantalla grande. Pero, entre todas ellas, existen algunas que se destacan por su trayectoria y versatilidad. Por eso, queremos compartir con ustedes esta selección de 5 actrices que, según nosotres, dejaron sus huellas en el cine.