El conocimiento cobra vida cuando se comparte. En este blog reunimos ideas, aprendizajes y procesos que inspiran nuestro trabajo cotidiano. Reflexionamos sobre creatividad, comunicación, saberes y territorios, con el deseo de abrir conversaciones y ampliar miradas. Aquí cultivamos lo que nos mueve y lo compartimos con la ilusión de que pueda también movilizar a otros y otras.
En septiembre, la bandera se multiplica. Aparece en los anuncios y los pasillos del supermercado, en los envases de todo tipo de productos que ahora están “a precio dieciochero”. No es solo un símbolo patrio: es el logo de una fecha comercial.
En Estudio Ajolote creemos que los mejores proyectos nacen de la colaboración. Por eso, para nosotros/as ha sido una experiencia enriquecedora trabajar junto a Telaraña Audiovisual, una productora hermana con la que compartimos afinidades creativas y una mirada cercana del trabajo en equipo. Su propuesta se caracteriza por una exploración constante del lenguaje audiovisual, combinando experimentación, narrativa y sensibilidad artística.
Es 1972 y The Mike Douglas Show transmite un programa especial: John Lennon se prepara para tocar junto a su ídolo Chuck Berry frente a millones de personas que los miran por televisión. Pero no están solos, los acompañan los músicos de la banda Elephant´s Memory y también está Yoko Ono, que para esa altura ya es la sombra inseparable de John.
En Ajolote, no somos una corporación. Somos cuatro personas. Amigues. Cuatro trayectorias que hace ya diez años decidieron unirse para crear algo juntes. Partimos primero siendo dos pero al poco tiempo se sumaron otras dos y actualmente somos cuatro. A veces crecemos y somos cinco, seis, incluso siete y ocho.
¿Qué pensará una piedra de la IA? ¿Pueden acaso las piedras pensar si pueden hacerlo un montón de circuitos con algoritmos bien programados? ¿Qué universos se abren entre estos dos elementos aparentemente tan distantes? Según Gonzalo Rojas, las piedras “viven del ocio sagrado”, quizá por eso están siempre tiradas en el piso.
En Estudio Ajolote creemos que el conocimiento cobra sentido cuando circula. Nos inspiran las bibliotecas, los archivos y las plataformas de acceso abierto no solo por lo que guardan, sino por lo que representan: lugares donde los saberes acumulados se amplifican y se comparten con todas las personas.
Imagina un aula universitaria donde alguien proyecta una presentación idéntica a la que viste hace diez años: fondo blanco, texto diminuto, imágenes demasiado genéricas que parecen ya vistas. O un sitio web institucional que abre con una foto rígida de fachada y un menú confuso e interminable, con conceptos que suenan interesantes pero son confusos o ambiguos. Todos sabemos que esos formatos no enganchan o simplemente no son adecuados para todas las situaciones, pero seguimos produciéndolos. ¿Por qué?
10 palabras para seguir trazando puentes entre saberes, relatos y sensibilidad. Las palabras no son solo herramientas: son formas de pensar, de nombrar lo que hacemos, de construir sentido. En Ajolote, muchas veces trabajamos con conceptos que circulan entre la ciencia, el arte, la cultura digital y el activismo social.
En septiembre, la bandera se multiplica. Aparece en los anuncios y los pasillos del supermercado, en los envases de todo tipo de productos que ahora están “a precio dieciochero”. No es solo un símbolo patrio: es el logo de una fecha comercial.
La letra B nos invita a pensar en lo básico, en lo que está en la base de nuestro trabajo, pero también en aquello que bombea, bordea y borda. En Ajolote no solo producimos piezas: nos preguntamos para qué y para quién comunicamos. Ese ejercicio constante de reflexión nos ha llevado a articular ideas desde múltiples lenguajes: científicos, artísticos, digitales, visuales, orales.
¿Por qué cuesta tanto comunicar lo que sabemos fuera del mundo académico, incluso cuando ese saber busca transformar realidades? El momento en que una investigadora o un equipo interdisciplinario decide contarle al mundo lo que ha descubierto puede ser desafiante: las ideas no fluyen, el lenguaje se enreda, el mensaje no llega.
La comunicación inclusiva es un conjunto de prácticas —en el lenguaje oral, escrito y visual— que busca visibilizar y nombrar a todas las personas, evitando exclusiones o estereotipos. No se limita a evitar términos peyorativos, sino que propone diseñar mensajes, interfaces y entornos que reconozcan la diversidad de géneros, capacidades, edades, orígenes y contextos culturales.
El pasado lunes 28 de julio, el Aula Magna de la Universidad Alberto Hurtado se llenó de conversaciones, memorias y aprendizajes compartidos durante el conversatorio “Las voces de Raíces Indígenas”, una jornada que reunió a las personas mayores protagonistas de la serie documental, al equipo del proyecto Vejez Indígena, a estudiantes, académicos y asistentes de diversas edades y territorios.
Publicar artículos, asistir a congresos, presentar avances… Los canales tradicionales de la investigación académica son fundamentales, pero no siempre logran conectar con quienes están fuera del ámbito científico.
Este 19 de abril se inauguró la doceava edición de la Bienal Internacional de Artes de Valparaíso, luego de 30 largos años de pausa. Con la temática “Territorios y ciudadanías críticas”, este evento cultural de importante trayectoria histórica regresa a la ciudad-puerto, buscando reafirmar su posición como capital internacional de las artes.
Es 1972 y The Mike Douglas Show transmite un programa especial: John Lennon se prepara para tocar junto a su ídolo Chuck Berry frente a millones de personas que los miran por televisión. Pero no están solos, los acompañan los músicos de la banda Elephant´s Memory y también está Yoko Ono, que para esa altura ya es la sombra inseparable de John.
¿Qué pensará una piedra de la IA? ¿Pueden acaso las piedras pensar si pueden hacerlo un montón de circuitos con algoritmos bien programados? ¿Qué universos se abren entre estos dos elementos aparentemente tan distantes? Según Gonzalo Rojas, las piedras “viven del ocio sagrado”, quizá por eso están siempre tiradas en el piso.
En el podio de los íconos fotográficos, la historia de Vivian Maier resplandece con un halo de romanticismo inigualable. La niñera desconocida, el tesoro en el baúl, el genio anónimo. Una narrativa tan redonda que parece salida de una película. Y, en efecto, fue una película la que ayudó a consolidar su leyenda.
Tener la mente divagando puede conducirla a lugares inexplorados y asociaciones nuevas que no se producirían dirigiendo conscientemente el pensamiento ni recibiendo estímulos que saturan de información al cerebro.
A lo largo de la historia de la fotografía han resonado diferentes nombres de personas que consiguieron hacer que sus cámaras capturen la realidad volviéndola más hermosa. Desde crítica social a fotografía de moda, el foco está en la mirada y la mirada está condicionada por la historia personal. Por eso en este artículo nos vamos a centrar en la perspectiva de las mujeres, a quiénes miran y qué es lo que eligen mostrar.
Ya sea frente a cámara o detrás de esta, cientos de mujeres han participado en la creación cinematográfica desde los inicios del cine mismo. Pero claro, vivimos en un mundo patriarcal y esta industria no ha sido la excepción (tampoco lo es hoy).
René Magritte (1898 - 1967), pintor surrealista belga, nos sumerge en un mundo de realismo mágico de tonos apastelados, donde los objetos cotidianos tienen un enigmático protagonismo. A lo largo de su carrera, Magritte desafiaba convenciones artísticas al emplear tonos inusuales yuxtapuestos de manera intrigante en sus pinturas, creando así un mundo onírico y misterioso. Sus obras, llenas de ironía, desafían los límites de la percepción y de lo posible y nos invitan a explorar el universo de lo simbólico.